CLAROSCURO
“Vanitas vanitatum…” Alejandro de Anda
Estar a la vanguardia, son asuntos de competencia. Mi reciente visita al supermercado, hace constancia de tal esfuerzo. La cajera en turno ofrece: “pagos, retiros, recargas, redondeos, boletos del Tec…” suben los alcances. Ya ofrecen colonoscopías, revisión de próstata y ultrasonidos, en vivo.
Lo claro: la profesión de ser trabajador social, tiene como finalidad la importante labor de facilitar la conexión con los organismos de recursos socioeconómicos. Identifica las causas de los fenómenos sociales en cualquier contexto y plantea soluciones que mejoren la vida de la comunidad. Sus áreas de influencia, son el bienestar laboral, la seguridad social y la salud ocupacional.
En Tamaulipas, promoviendo el cambio social y la resolución de problemas en las relaciones humanas, la Universidad Autónoma de Tamaulipas es sede internacional del LXII Congreso Nacional e Internacional del Organismo que aglutina a las Instituciones que imparten la carrera de trabajo social AMIETS.
Más de diez estados de la república y países como Argentina, se dan cita a éste magno evento que sienta las bases para el impulso al desarrollo humano.
Lo oscuro: hablamos de las causas de los fenómenos sociales. Un hecho que repite historia cada sexenio, tiene lugar en las más altas esferas de la estructura socioeconómica nacional.
En la época barroca, referían al estilo de moda de apreciar la vida, como “vanitas vanitatum…omnias vanitas” (vanidad de vanidades, todo es vanidad). Su significancia, estriba en que los grandes pensadores de la época, daban por cierto “hagas lo que hagas, acuérdate que vas a morir”. Ése memento mori, representa la futilidad e intrascendencia de sentirse invencible y saber, que todo acaba un día.
Lo representaban los antiguos mediante expresiones artísticas en pinturas, como cráneos, fruta marchita, las burbujas –que interpretaban la brevedad de la vida-.
Pruebas palpables (y no precisamente mortales) son la decadencia del poder supremo de quienes se llegaron a ver como ‘prohombres’. Atrás, muy atrás quedó la magnificencia del hijo pródigo de Luis Echeverría. Porfirio Muñoz Ledo, ‘tocaba’ las nubes con sus poderosas manos (fue el creador de la Carta de los Derechos Humanos, que presentara Echeverría a la ONU y que casi lograba que éste encabezara el Organismo, al término de su mandato). Hoy, tras su supuesta enfermedad añeja de afición a la bebida –por no alcanzar sus ideales, como primera magistratura- es una decadente figura perdida casi en el anonimato.
Joseph Marie Córdoba Montoya, cuya memoria es enlazada al magnicidio de Luis Donaldo Colosio, representaba la omnipresencia del Creador en la Tierra. Hoy, apenas es un consejero más de Banorte y vive en Tlacomulco, municipio de Jalisco. Perdido y denigrado en la historia.
El presente da esplendor al poderoso Luis Videgaray, al tiempo que su desprecio por todo lo que no signifique el poder central de gobierno, se manifiesta en acciones como la reciente contestación que dio al presidente del CCI Consejo Coordinador de Instituciones. Organismo que afilia a muchas cámaras empresariales.
Aquél solicitó la ecuanimidad del gobierno para permitir el impulso a la economía por parte de las empresas mexicanas. Es decir, que tuviera tacto en las leyes secundarias, para evitar una catástrofe económica, derivada del nulo estímulo a la inversión doméstica.
(sic) “¡No!… ni un milímetro se moverán las iniciativas planteadas por el ejecutivo” es la interpretación de la sentencia lapidaria de un autoritarismo, que al igual que todo… tiene un final.
Calde-rrón tuvo en Germán Martínez a su ‘alter ego’. El michoacano, avecinado en Pedregal de San Ángel, vive como el ‘abono de perico’: ni huele ni ‘hiede’.
¿Estará consciente el Secretario que su omni-poder, tiene fecha de caducidad?
Colofón: Derivado de todo lo anterior, mucho molesta al ‘claroscuro’, pasar frente a un vagabundo y que aquél agite en mi cara su vaso lleno de monedas… ¡presumiendo que tiene más dinero que yo!
@deandaalejandro
alejandrodeanda 