CLAROSCURO
A medio comer… Alejandro de Anda
LO CLARO. Feria de servicios gubernamentales. Sería la mejor definición que establece el encuentro de atención a la población; acerca de los beneficios que ofrece a la ciudadanía, el gobierno federal en su competencia, el estatal y el municipio en cuestión.
Así pasó en Reynosa, Tamaulipas.
El ejecutivo estatal Egidio Torre Cantú, en compañía del secretario de SEDESOL, José A. Meade, encabezaron esta mega-jornada; donde 5 mil tamaulipecos se verían directa o indirectamente beneficiados con el programa gubernativo (en las 24 ediciones que se ha desarrollado, suman 125 mil acciones).
Trámites, servicios que acercan en un mismo espacio a los que buscan soluciones. Actas, registros, licencias, actos de legalidad de derecho de la tierra, recursos de fondos asistenciales. El entender el entramado de los distintos órdenes, es difícil. Y se aprecia el esfuerzo, en bien de la comunidad.
LO CLAROSCURO. Habían funcionarios que garantizaban el sostenimiento de una familia se podía lograr con 6 mil pesos (Ernesto Cordero-PAN); o con 12 pesos diarios (Rosario Robles-sedesol). Matemáticamente correcto, humanamente…imposible.
Y muy a pesar de las estrategias que otros –bien intencionados- por hacerles rendir el gasto, consiguiendo rutas de viajes para vacacionar a Dubái saliendo de México (C. Ruiz Massieu), la realidad es dura.
Los ingresos se deterioran y su poder de compra, más.
Recién publicaron datos que nos hacen cuestionar el valor de los salarios en comparativa con las necesidades imperantes.
Fonacot es una institución pública, que genera créditos blandos a los trabajadores que se encuentran inscritos formalmente en nómina de alguna empresa, con seguridad social y demás términos legales.
Este organismo, le conocíamos por participar –junto con las empresas- en el financiamiento y posterior descuento, de bienes duraderos a empleados que buscaran tasas menos onerosas, que las mueblerías y otras casas comerciales tienen.
Pues resulta que sí, los trabajadores han hecho uso del fondo económico de préstamos que pone a disposición el organismo en cuestión.
De hecho, en el lapso del presente ejercicio del gobierno federal, han colocado casi 40 mil millones de pesos (38.6). Con préstamos que no superan los 12 mil 400 pesos por trabajador.
La mitad del recurso dispuesto –de los 40 mil mdp-, le haría aquí un pequeño acertijo. ¿Qué sería primordial en el hogar, a que deba solicitar endeudarse un padre de familia trabajador? ¿Una lavadora, estufa, literas?
No. Casi 20 mil millones de pesos, pagaderos a 20 meses, se destinan a comer. Así lo es.
Completar el gasto con intereses a seis meses, con tasa del 9 por ciento anual; basado en CAT. O a 36 meses, según ‘se sienta gallo para pagar’.
César Mtz. Baranda, director del organismo asegura que éste sector poblacional, es excelente pagador, pues teme a los actos de cobranza, que les ponga en el predicamento de perder los pocos activos patrimoniales.
Así que…
El bajo poder adquisitivo salarial, sumado al encarecimiento de bienes y servicios, obliga a los jefes de familia a tomar medidas conducentes.
Pueden vivir con seis mil pesos y con doce pesos diarios. Sí.
Siempre y cuando, le sumen otra importante suma de créditos obtenidos en donde se pueda, que les atenúe la carga alimentaria. Y trasladar el problema, a pagar a mayor tiempo. Y contra la necesidad de comer, no hay ‘mañana’.
COLOFON. “¿No te gusta? ¡Pues se amuela el señor! ¡Aquí no es restaurante!” Memorias infaltables… ¿o no?
@deandaalejandro
alejandrodeanda 